Lo mundano y lo irreal se entrelazan en las historias de Julio Florencio Cortázar Descotte; trompetista frustrado, excelente traductor de obras literarias en francés e ingles, el creador de Rayuela sacudió la conciencia de sus lectores con narraciones que rompieron los moldes de la literatura clásica. Bélgica lo vio nacer en 1914, pero su niñez la vivió en Buenos Aires, Argentina, aunque decidió fijar su residencia definitiva en París, Francia. El surrealismo fue la herramienta que utilizó el escritor argentino para entender la esencia humana. Sus obras están salpicadas de autobiografía velada. Falleció el 12 de febrero de 1984.